Alfonso de Terán Riva
Hasta donde puedo recordar, la ciencia ficción siempre me ha entusiasmado. Puede que todo comenzara la primera vez que vi «La Guerra de las Galaxias» (la original); o tal vez fuera debido a «Mazinger Z». No recuerdo qué fue primero, ya que era un niño que estaba aprendiendo las tablas de multiplicar. Pero todo comenzó más o menos por aquel entonces. Veía todo lo que podía (que en aquellos años, con dos canales de televisión y seis salas de cine, no era mucho), ya fueran grandes clásicos como «Galactica», o cutres refritos como «Star Crash».
Recuerdo también que siempre me ha gustado leer (bueno, supongo que sólo me gusta desde que aprendí a hacerlo). Al principio, eran libros orientados a niños, con más dibujos que texto en sus páginas, y sobre todo de corte divulgativo, que fueron los responsables de mi interés por la ciencia. También devoraba cómics, sobre todo de superhéroes (Spiderman y La Patrulla X eran mis favoritos, mucho antes de que se pusieran de moda). Pero fue la ciencia ficción la que por primera vez me hizo disfrutar de la lectura de una novela, sin dibujitos en sus páginas.
De forma paralela, ya desde niño sentí la necesidad de crear mis propias historias. Así que dibujaba y escribía cómics, para mi disfrute personal. Tenían la misma temática que me gustaba leer, y por supuesto, eran propios de un niño. El dibujo y las historias mejoraron a medida que yo crecía, y seguí dibujando incluso en mis años de universitario, pero nunca llegué a tener el suficiente nivel para atreverme a enseñarlos fuera de mi círculo familiar más cercano.
En 2001, ya casado y trabajando como desarrollador de software, antes de empezar mi aventura con el blog MalaCiencia, comencé a escribir «Las memorias de Klatuu». La idea de la saga completa ya rondaba en mi cabeza años antes, cuando estudiaba ingeniería de telecomunicaciones, y mis series favoritas eran «Star Trek», «Babylon 5», «Bola de Dragón», y «Los Caballeros del Zodiaco» (bueno, «Babylon 5» aún lo es). Descubriréis que me influenciaron mucho a la hora de escribir.
Tras terminar la primera novela, sin esperar a verla publicada, me dediqué a escribir su continuación: «Mundo Drek». Actualmente estoy escribiendo la tercera. El viaje del Argos continúa...